Fiscalía Provincial Mixta de Pichanaqui logra varias sentencias por robo agravado y pertenencia a banda criminal.
Foto: Composición /MP
Jian Carlos Cano Fatama y Gender Michel Aira Estacio han sido condenados a 32 y 16 años de prisión efectiva, respectivamente, por su participación en diversos asaltos en Pichanaqui y Sangani. Ambos formaban parte de una banda criminal dedicada al robo agravado, según pruebas contundentes presentadas por la Fiscalía.
La justicia alcanzó a dos peligrosos asaltantes de la provincia de Chanchamayo. La Fiscalía Provincial Mixta de Pichanaqui logró sentencias de 32 años de prisión efectiva para Jian Carlos Cano Fatama y 16 años para Gender Michel Aira Estacio, quienes fueron hallados culpables de los delitos de robo agravado y pertenencia a banda criminal.
La Fiscal Provincial, Patricia Ángela Toribio Rivera, presentó pruebas irrefutables que demostraron la implicación de ambos en un violento asalto ocurrido el 8 de agosto de 2023. Ese día, los sentenciados, a bordo de una motocicleta, interceptaron a Amador Eduardo Huamán Inga tras su salida del Banco BCP, despojándolo de 14 mil soles, fruto de la venta de café. Durante su huida, realizó disparos al aire para amedrentar a la víctima y testigos.
Las investigaciones revelaron que Cano Fatama lideraba una banda criminal que incluía a Aira Estacio como su segundo al mando, además de otros cómplices, como Cristhian Otero Acero. Esta organización se dedicaba a cometer robos en las localidades de Pichanaqui y Sangani. Entre las pruebas presentadas por la fiscalía se incluyen actas de intervención policial, testimonios de víctimas y testigos, videos de cámaras de vigilancia y análisis de comunicaciones telefónicas de los imputados.
Además de las penas privativas de libertad, el fallo judicial dispuso el pago de una reparación civil de 6 mil soles a los agraviados y 5 mil soles al Estado, así como el cumplimiento de 180 días multa.
Ambos sentenciados ya han sido trasladados al Establecimiento Penitenciario de Chanchamayo, donde cumplirán sus condenas. Este caso marca un precedente en la lucha contra la criminalidad en la Selva Central, gracias a la diligente labor de la fiscalía y las fuerzas del orden.